jueves, 5 de mayo de 2016

EL FLASH



      En la actualidad el uso del flash se ha vuelto contradictorio, porque por un lado nos permite iluminar cómodamente y por el otro su luz, a veces, no agrada. Digo a veces, porque depende de cómo se utilice. De hecho hay fotógrafos profesionales que prefieren no usarlo para lo cual ajustan el tiempo de exposición, diafragma, ISO y el balance de blancos de sus cámaras para trabajar con la luz artificial existente en los diferentes ambientes. Aprovechar la luz presente en los salones puede brindarnos fotografías muy agradables, pero no siempre es así, porque comúnmente las lámparas están ubicadas en los techos dando una luz cenital que no favorece a los fotografiados, ya que produce sombras debajo de los ojos, de la nariz y bajo el mentón. 

                           
                             Para ver un video de iluminación haz clic sobre este texto

      El flash permite rellenar las sombras, ya sea en interiores o a pleno Sol, pero el ideal es usarlo reflejado, no directo para obtener una luz suave, es decir sin sombras profundas, muy oscuras y sin detalles. Para conseguir una iluminación suave con el flash su luz se puede rebotar a un techo blanco que no se encuentre a mucha altura, sino la luz que se refleje en él no será capatada por el sensor de la cámara. Si por el contrario es negro absorberá la luz sin rebotarla y si estuviera pintado con cualquier otro color nos teñiría todo el ambiente con esa misma frecuencia de onda lumínica. Al rebotar la luz del flash en el techo tendremos una iluminación cenital, ya que la luz incidirá sobre las personas proveniendo desde arriba, lo cual no es muy conveniente, pero sí nos favorece que el lugar se ilumina con una luz suave envolvente. Para atenuar las sombras que creará esta luz que llega del techo, se usa la pantalla blanca que traen incorporada los flashes nuevos para que una parte de la luz incida sobre los modelos proveniendo desde la cámara, lo que rellena las zonas oscuras que deja la luz cenital y además le da vida a los ojos brindándoles un brillo.
      En estas fotografías se aprecia el flash lanzando su luz directa hacia adelante, modo no recomendable y dirigido al techo con su pantalla blanca para reflejar parte de su luz hacia los modelos en forma suave.
      También es factible rebotarlo sobre paredes blancas para conseguir una iluminación suave.
      Es fundamental adquirir tanta práctica como se pueda para saber evaluar en qué situaciones conviene o no recurrir al flash, que sin dudas nunca debería faltar en nuestro bolso, ya que nos puede ser útil.
                            

  
      Esta otra flor también fue captada con y sin flash. La que recibió su luz permitió separar a la flor del fondo, porque aumentó un poco el contraste de la escena. El flash fue puesto para crear un contraluz.



      En definitiva, el flash es una gran herramienta que tenemos a nuestra disposición, pero debemos saber utilizarlo para sacarle buen partido, y por otro lado también tener muy claro cuando las fotografías nos quedarán mejor si lo mantenemos apagado.
      Es fundamental comprender cabalmente el uso del flash. Te ofrezco clases presenciales e individuales o a través de Internet con cámara web para que le saques el máximo partido, y aprendas como combinarlo con otros flashes para extender su potencial, así como también interiorizar cuando lo debes apagar sabiendo como ajustar correctamente tu cámara al decidir valerte sólo de la luz ambiente.


Fotógrafo Rodrigo Pélissier
Correo de contacto: rodrigopelissier@gmail.com

Whatsapp: +56998730119

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