En esta ocasión te aconsejaré para que consigas las
mejores fotografías de niños. A menudo veo en las plazas o playas como los
papás fotografían a sus hijos, con cámaras o celulares, cometiendo errores que
no favorecen en nada al niño en esa fotografía que quieren guardar de recuerdo
y compartir con sus familiares y amistades.
¿Dónde ubicar la
cámara?
Es muy importante la altura a la que ubicas
la cámara, por lo que es recomendable que el fotógrafo se agache para que el
lente quede a la altura de los ojos de estas personas bajitas. Si los niños son
captados con una toma picada (desde arriba hacia abajo) aparecerán disminuidos
en la fotografía, en cambio si la cámara se ubica a la altura de sus miradas obtendrán
protagonismo en las fotografías. Esto que he comentado no quiere decir que
“nunca” se deba fotografiar a los niños desde una posición elevada, y tampoco
que no se puedan captar desde una ubicación inferior a la de sus miradas en una
toma contrapicada (desde abajo hacia arriba). El contrapicado le da mucha
fuerza a la presencia del niño, porque lo hace ver más grande de lo que es
realmente, pero es un recurso que debe emplearse sólo a veces, cuando se
justifique. Daré un ejemplo para asegurarme de que la idea se entienda bien. En
las películas, cuando un acusado aparece frente a un juez, éste último
habitualmente es mostrado con una toma contrapicada para que se vea imponente
en la imagen, logrando un efecto de superioridad. En cambio al acusado se le
muestra desde una posición elevada de la cámara, mirándolo desde arriba hacia
abajo, para transmitir la sensación psicológica de inferioridad ante la figura
del juez. En las tomas habituales, es decir, con la cámara a la altura de los
ojos, se capta a los personajes como se perciben normalmente, de igual a igual.
Cómo evitar fotografías sin gracia
Un buen consejo para lograr fotografías
interesantes de los niños es tomarlos cuando están ocupados en alguna actividad.
Por eso si decides fotografiarlos en el parque, en la playa, en el patio de su
casa o en interiores es pertinente entregarles algún juguete que les guste o
que se distraigan con alguna mascota, así se olvidarán de la presencia de la
cámara y conseguirás situaciones espontáneas en que los pequeños reirán o
incluso podrían llorar si se les revienta un globo por ejemplo. Son esas emociones las que se deben plasmar para
que no sea sólo una imagen más sin gracia, de esas existen muchas, sino una
gran fotografía que den deseos de observar y compartir. Además, y tal vez lo
más importante, reflejará la esencia del niño cuando pasen los años.
La luz, tema
fundamental en fotografía
No sólo se pueden realizar fotografías de
los niños durante los días soleados del verano, las nubes en el cielo nos dan
una luz suave que conviene utilizar. El balance de blancos de la cámara debe
ajustarse de acuerdo a cada situación lumínica (en textos previos he explicado
esto en profundidad).
Si vas a fotografiar en un día despejado es
recomendable que sea en la mañana o en la tarde, no cerca del mediodía, porque el
Sol directo crea sombras desagradables en el rostro humano; en la cuenca de los
ojos, debajo de la nariz y en el mentón. En estas situaciones no conviene que los
pequeños modelos enfrenten el Sol, porque su brillo los obligará a cerrar los
ojos malogrando tus fotografías. Para remediar este inconveniente puedes poner
al niño de espalda al Sol, así tendrás en su rostro una luz pareja, que no le
producirá molestias y tampoco brindará sombras duras, pero es totalmente
necesario que midas la luz sobre su rostro en “sombra”, y si tienes un cartón
gris que refleje el 18% de la luz tanto mejor (en textos anteriores he
explicado más a fondo como medir la luz). Como los ajustes se harán en base a la luz que
refleja el rostro “a la sombra” el contorno de la cabeza y del cuerpo quedará
cubierto con una especie de halo muy agradable e intenso. Si quieres que el
contraste sea menor entre la cara sombreada y el contorno bañado por el Sol,
puedes usar el flash de la cámara o uno externo como relleno a no mucha
distancia del modelo. En este caso puedes cerrar en unos dos puntos el
diafragma, para que el contorno no quede tan brillante.
Si las fotografías las harás en un día
nublado conviene vestir a los niños con prendas que tengan colores vivos como
el rojo o el amarillo para avivar la atmósfera gris característica de esos
días, así le darás vida a tus imágenes. Se consiguen muy bonitos resultados.
También se logran fotos bellas cuando se toma a estos modelos poco después de
que ha dejado de llover.
Pero si fotografías en interiores intenta
usar la luz reflejada que entra por la ventana, no el Sol directo. Si la
ventana está a un lado del modelo, coloca en el costado opuesto una superficie
blanca para rellenar, es decir, subir un poco el nivel de la luminosidad en el
lado que estará subexpuesto. Si la luz de la ventana no es suficiente, puedes
usar un flash externo, ojalá no el de la cámara, pero si no tienes otra opción
pon delante de él un pañuelo o una servilleta blanca para suavizar su luz. Si
el flash es externo haz rebotar su luz en una superficie cercana al modelo. Si
las paredes son blancas, aprovéchalas, sino puedes ubicar una cartulina a uno
de los lados de la cámara, rebotando la luz hacia el niño, así tendrás una luz
suave. Se denomina de esta manera, porque las sombras que produce esta luz son
muy tenues. Ese es el resultado que buscamos, generalmente, los fotógrafos. Las
superficies que escojas para rebotar la luz deben ser blancas, porque si usas
otro color contaminarás la iluminación de la escena con él. También te serviría
una superficie gris, pero refleja menos luz.
Cuidado con los
fondos
Es muy común
que los aficionados a la fotografía no presten atención a los fondos que
aparecerán en sus imágenes, y lamentablemente éstos pueden cobrar mucha
importancia al observarse las fotografías. En ocasiones los fondos pueden ser
los adecuados para agregarle interés a las imágenes, pero generalmente no es
así, porque distraen la atención de los elementos principales, como en este
caso que estamos comentando, los niños. Por otro lado los fondos pudieran ser
horribles, motivo por el cual tampoco
querrías que se vieran en tus fotos. Para estas situaciones afortunadamente
existe una opción muy agradable y que permite resaltar a los modelos. Esta técnica
que para muchos es conocida, pero no para todos, consiste en desenfocar el
fondo haciendo un enfoque selectivo en nuestro modelo, se le conoce como efecto
bokeh, desenfoque en japonés. Para producir este bello efecto es necesario emplear
diafragmas o aberturas grandes (no todos los objetivos disponen de aberturas
muy grandes, motivo por el cual hay lentes que sirven mejor para este próposito).
Conviene usar teleobjetivos cortos para este efecto, entre 100 a 135mm. ya que
los lentes gran angulares tienden a dejar a foco desde los primeros planos
hasta el infinito (fondo). Los teleobjetivos largos, desde el 200mm para arriba
aplanan demasiado la perspectiva, al contrario de los gran angulares que la
exageran.
¿Cómo
proceder para realizar el efecto bokeh? Lo primero será ajustar el
diafragma, si es posible seleccionar una abertura f1.8, f1.4, f 1.2 o la más
grande que tenga tu objetivo. (Conviene aprenderse los diafragmas de memoria).
Del más grande al más chico son:
F: 1.2 – 1.4
– 2 - 2.8 – 4 – 5.6 – 8 – 11 – 16 -22
(también se usan los intermedios y los 1/3 de diafragmas. Éstos se
denominan con la letra f, porque proviene del inglés frame que significa
diafragma). Cada f stop corresponde a un paso o punto de diafragma. Por
ejemplo, de un f 2 a un f 2.8 hay un f
stop y así sucesivamente. Si el diafragma se abre un f stop entra el doble de
luz al sensor de la cámara, y si se cierra un f stop, llega la mitad de luz al
sensor. Lo mismo corre para los tiempos de exposición y el ISO, pero eso lo
veremos en otros textos para no complicarlos por ahora.
Entonces, primero se ajusta una abertura
grande, la mayor que nos dé el objetivo, y se mide, con el fotómetro de la
cámara, la luz. Como el diafragma debemos mantenerlo abierto, sólo podremos
ajustar la luminosidad con el tiempo de exposición o el ISO.
Las fotografías realizadas con este efecto
dan la sensación de que el modelo se despega del fondo a pesar de que la imagen
sólo cuenta con dos dimensiones, alto y ancho. Para saber más sobre diafragmas haz clic sobre este texto (video)
Tomando fotografías
en un cumpleaños
En los cumpleaños el fotógrafo debe estar
muy atento para fotografiar a los niños de manera espontánea, son
impredecibles, pero esa cualidad permite lograr muy buenas fotografías, aunque
puede ser un tanto complejo, ya que su energía inagotable los hace desplazarse
permanentemente. Cuando se presenta el momento de que el festejado abra sus
regalos se produce una muy buena instancia para fotografiarlo junto a sus
pequeños invitados, ya que todos estarán pendientes de esta actividad y
permanecerán en un solo lugar.
Al llegar el momento de soplar las velas de
la torta, la instancia más esperada en todo cumpleaños, es ideal poder realizar
esas fotografías sólo con la luz que ellas proporcionan a la escena, y no disparar el flash, ya que éste elimina
por completo la atmósfera agradable que genera la luz de las velas. Para poder
iluminar nuestras fotografías sólo con esa luz será indispensable que dispongamos
de un objetivo luminoso, por lo menos su diafragma más grande debería ser un
f2.8, aunque sería mejor contar con un f1.8 o mayor. El tiempo de exposición
tendrá que ser un tanto largo, pero no demasiado para que la gente no salga
movida en la fotografía, puede emplearse 1/60seg. o 1/30seg. con precaución. El
ISO de la cámara probablemente habrá que subirlo un poco para poder captar la
escasa luminosidad que brindan las velas. La sensibilidad no debe aumentarse
mucho, porque produce ruido en la imagen, pierde calidad. No deberías elevar la
sensibilidad más allá de un ISO 800, aunque esta recomendación varía según el
modelo de cámara que cada uno tenga, por lo que es oportuno conocer muy bien el
equipo propio para saber hasta donde le podemos exigir calidad.
Por último no debemos olvidar otro punto
importante que mucha gente olvida o no sabe manejar, me refiero al balance de
blancos (WB). Si este ajuste de la cámara no se escoge en forma apropiada, las
fotografías adquieren colores distorsionados, dominantes de color. La opción
más sencilla es seleccionar el balance de blancos automático en el menú de la
cámara, pero si prefieres el ajuste manual tendrás que dejar el balance en el ícono
que muestra una ampolleta, dice luz incandescente. Si las fotografías resultan
con una pequeña dominante de color amarilla, no es problema, porque da calidez.
Si la dominante fuera azul o verde, eso sí supondría un inconveniente que debe
resolverse, ya que no sería agradable a la vista. Para saber más sobre el balance de blancos haz clic sobre este texto (video)
Confío en que estos breves
consejos te permitan mejorar notablemente tus fotografías. Si necesitas clases personalizadas de fotografía contáctame en mi correo: rodrigopelissier@gmail.com
Fotógrafo Rodrigo Pélissier
(Santiago de Chile)
Hago clases de fotografía presenciales
(Santiago de Chile)
Hago clases de fotografía presenciales
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